Por mucho tiempo las empresas casas productoras y distribuidoras de fertilizantes les han hecho creer a nuestros productores del sector " Que la forma más efectiva para mejorar la nutrición del suelo es aplicando una dosis de formula química a toda una finca o en el mejor de los casos en una parcela" Es cierto, sin embargo no es lo mejor ni para el bolsillo ni para los suelos, ya que a largo plazo el costo que el productor debe asumir en mejoramiento de suelo (PH,Materia orgánica y estructura) son mayores que los beneficios que pueda percibir de las ventas iniciales de los cultivos, ya que los suelos se degradan acidificándose perdiendo las funciones reguladoras en los ciclos de nutrientes y disminuyen las actividades biológicas por la baja biodiversidad en estos suelos.
Los nutrientes en el suelo se comportan de forma variable en función del origen del suelo, ( roca madre), relieve, flujo de agua subterráneas y condiciones ambientales como la precipitación.
Esta variación se conoce como variabilidad espacial. Hace referencia al comportamiento de las concentraciones de los diferentes elementos en la parcela, dichos patrones pueden ser visibilizados por medio de análisis de suelos y el uso de herramientas cartográficas que mapea las curvas y se plasman en un mapa y también pueden ser marcadas en el campo a fin de que el productor pueda preparar las dosis en función de la necesidad y no aplicar de mas o de menos en el terreno. Es aquí donde radica el verdadero ahorro, pues estas concentraciones suelen mantenerse mas o menos estables si no existen alteraciones físicas o químicas.
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